A veces nos sentimos raros. No sabemos bien por qué, pero estamos más irritables, cansados, tristes…
Y lo más desconcertante es que no encontramos una razón clara. No siempre hay un motivo evidente, pero en muchas ocasiones, algo se nos está escapando.
🔍 ¿Qué está pasando conmigo?
En consulta, escucho últimamente muchas frases como: “No duermo bien, estoy de mal humor y no sé por qué.” Entonces lanzo una pregunta sencilla: ¿Puede ser que el calor, el bochorno o la humedad te estén afectando? Y la respuesta habitual suele ser: “¡No me lo había planteado, pero tiene todo el sentido!”
Esto, que parece una anécdota, es un ejemplo muy claro de cómo vivimos en piloto automático: vivimos rápido, cumpliendo rutinas, haciendo lo de siempre, lo que “hace todo el mundo”… Y no nos paramos a preguntarnos si eso que hacemos nos sienta bien realmente.
Solo porque lo disfrutes, o porque lo hagas desde siempre, no significa que sea lo mejor para ti.
Por ejemplo, imagina un plan que te gusta:
una barbacoa con amigas, un día de playa o un maratón de series en el sofá. Puede ser que lo disfrutes en el momento, pero ¿realmente te recarga o te deja agotada?
🔄 A veces es al revés:
- Personas que disfrutan de planes sociales… pero luego necesitan días para recuperarse.
- Otras que creen que estar solas les viene bien… pero lo que en realidad necesitan es salir y conectar.
👉 Lo importante es investigar.
Y no, no hay una fórmula genérica, cada persona necesita hacerse sus propias preguntas.
📝 Preguntas para empezar a investigarte a ti mismo:
- ¿Qué me hace sentir bien?
- ¿Qué me agota?
- ¿Qué me recarga de energía?
- ¿Qué me gusta de verdad?
- ¿Cómo me divierto?
- ¿Qué cosas hago solo por costumbre?
Cada respuesta que encuentres será una pista sobre ti.
💡 Ejercicio práctico: trátate como tratarías a un niño
Imagina que una amiga te deja a su hijo por una tarde.
¿Qué harías para cuidarlo? Seguramente le harías un pequeño “cuestionario”: ¿Qué le gusta comer? ¿A qué hora duerme la siesta?¿Qué juegos disfruta?¿Cómo se entretiene mejor?
Harías todas las preguntas que se te ocurriesen con tal de intentar que este bien y pase una buena tarde contigo. Pues eso mismo necesitamos hacer con nosotros mismos. Preguntarnos, observarnos, ajustarnos… para cuidarnos mejor.
🧠 Conclusión
Ser investigador de ti mismo es una herramienta para:
- Conocerte mejor
- Tratarte con más respeto
- Cuidarte de forma más efectiva
- Volver a tu zona de confort y tolerancia
No des nada por hecho. Empieza a observarte. Pregúntate. Experimenta.
🎯Tú eres tu mejor caso de estudio.
Si te interesaría aprender a ser tu propio investigador y mejorar en bienestar emocional, puedes contactar con nosotros a través de nuestra web.