Cuéntanos cómo podemos ayudarte

CANELA PSICOLOGÍA

EL VALOR DE LO COTIDIANO

No estamos hechos para vivir solos.

Cada vez lo vemos más en consulta: en una búsqueda del autocuidado y la autosuficiencia, nuestra sociedad termina promoviendo unos límites que a veces nos llevan al extremo, al aislamiento. Es muy importante sanar el autoestima, saber el valor de uno mismo e identificar las necesidades personales… pero no esta bien que nos vayamos al aislamiento.

Cada vez somos más selectivos con nuestros vínculos. Queremos relaciones auténticas, que nos aporten, que nos hagan crecer. Se habla de poner límites, de alejarse de lo que no suma, de elegir solo lo que nos hace bien. Y todo eso tiene sentido y nos ayuda a cuidarnos. En cambio, sin darnos cuenta, esa exigencia nos aleja, no va dejando solos, cada vez más.

No todas las relaciones tienen que ser profundas

Hay una idea muy extendida de que solo merece la pena lo que es intenso, duradero o “de verdad”. Y sin embargo, las relaciones más ligeras, las más cotidianas, también son valiosas.

Compartir una clase de yoga, coincidir con alguien en el gimnasio, saludar cada mañana al vecino, charlar con la persona que te atiende en la panadería… todo eso también es vínculo. También es comunidad.

Estas interacciones, aunque pequeñas, activan nuestro sentido de pertenencia. Nos recuerdan que formamos parte de algo más grande que nosotros mismos. Y está demostrado: sentirse acompañado tiene beneficios reales para la salud mental y física. Nos ayuda a regular el estrés, mejora el estado de ánimo y nos da una sensación de seguridad emocional.

No esperes a tener “el momento perfecto”

A veces esperamos a que todo encaje: tener tiempo, tener energía, sentirnos bien, coincidir con la persona adecuada… Pero si solo salimos cuando nos sentimos así, probablemente salgamos poco.
La vida adulta tiene su ritmo, sus responsabilidades, sus imprevistos. Las amistades profundas no siempre están disponibles, y no pasa nada. No se trata de esperar a sentirnos en plenitud, sino de abrir espacio para estar con otros aunque sea un rato.

Crea comunidad, aunque sea por un momento

Relacionarse no siempre significa tener una gran red social. A veces se trata de dar pequeños pasos para estar más presentes en la vida colectiva.
Te dejo algunas ideas sencillas para empezar a reconectar:

  • 🚶‍♀️ Apúntate a un grupo de senderismo o montaña. La naturaleza une, y caminar en grupo genera conversación sin esfuerzo.
  • 🧘‍♂️ Practica yoga o meditación en grupo. Compartir silencio y presencia también crea vínculo.
  • 🎨 Únete a un taller o grupo de pintura, cerámica, lectura o danza. No hace falta ser experto, solo tener ganas de aprender algo nuevo.
  • 🏛️ Consulta en tu ayuntamiento o centro cultural las actividades y cursos que ofrecen: suelen tener grupos de todo tipo y para todas las edades.
  • ✈️ Prueba un viaje organizado en grupo. Es una forma de conocer gente nueva con intereses similares y salir de la rutina.
  • O simplemente, propón un café. No hace falta planear grandes cosas; a veces, una conversación breve ya nos cambia el día.

Estar con otros también es cuidarte

Relacionarse no siempre es fácil, pero es una de las formas más potentes de cuidar la salud mental. No hace falta que todo sea profundo, ni perfecto, ni para siempre. Basta con dejarte acompañar un poco más.

Porque al final, estar con otros también es estar contigo.